Corrupción, delito de riesgos LAFT

La corrupción está catalogada como un delito fuente de riesgos LAFT.  Razón por la que es necesario conocer las cifras de corrupción en Colombia para entender cómo puede afectar a las empresas. 

Comencemos por definir qué es corrupción.

DEFINAMOS CORRUPCIÓN 

Sayéd y Bruce (1999), definen la corrupción como “el mal uso o el abuso del poder público para beneficio personal y privado”. 

En Colombia, esta se refiere también al ofrecimiento y recepción de sobornos, coimas; la malversación y la negligente asignación de fondos y gastos públicos; la subevaluación o la sobrevaluación  en los precios; los escándalos políticos o financieros; el fraude electoral; la paga a periodistas, la compra de información en medios de comunicación masivos o la infiltración de agentes para obtener información y beneficios concomitantes.

Igualmente, podemos decir que entran en el concepto de corrupción el tráfico de influencias y otras transgresiones; el financiamiento ilegal de partidos políticos; el uso de la fuerza pública en apoyo de dudosas decisiones judiciales; las sentencias parcializadas de los jueces; favores indebidos o sueldos exagerados de amistades, a pesar de su incapacidad. Los concursos amañados sobre obras materiales, la indebida o sesgada supervisión o calificación de estas; la compra de instrumentos, de armas de mala calidad, etc.

 

 

¿Cómo se relaciona la corrupción con los delitos de riesgos LAFT?

La recepción de sobornos, la malversación de fondos, entre otros, son formas de corrupción que pueden dar pie a delitos de lavado de activos para la legalización de estos dineros, ya que la corrupción va más allá del saqueo de patrimonio del Estado. De ahí que la corrupción esté enmarcado dentro del Código Penal Colombiano, como delitos fuente de riesgos LAFT.  

En vista de que Colombia lidera las cifras de corrupción en el mundo, es importante que las empresas nacionales e internacionales cuenten con sistemas de administración de riesgos LAFT eficientes con los que puedan contribuir a la lucha contra los delitos de corrupción.

Colombia, líder en corrupción. 

El pasado 15 de enero de 2020, el medio de comunicación U.S. News publicó su ranking de “Los Mejores Países 2020”, en donde Colombia obtuvo el primer lugar en percepción de corrupción. 

 

Este resultado generó gran revuelo a nivel nacional, por todos los agravantes que esto trae, y por dejar por debajo de Colombia a países como Venezuela o México, en donde se cuestiona ampliamente la legalidad de su gobierno, la lucha contra la corrupción y la administración de riesgos LAFT.

Cabe enfatizar que el ranking presentado por U.S. News se basó en la opinión de 20.000 ciudadanos encuestados alrededor del mundo, entre ellos, empresarios y expertos en corrupción. Pero, como en toda encuesta de percepción, la definición de corrupción quedó a discreción de cada uno de ellos y todas sus respuestas tuvieron un trasfondo cultural que partió de la construcción que ellos mismos hicieron y de su interacción con medios de comunicación. 

Además, para generar este ranking, la revista tomó en cuenta unas subcategorías que intentaban englobar la percepción de las personas frente a diferentes temas. Uno de ellos se refería a  si el Estado está o no abierto a negociaciones. Aspecto para el cual, la revista digital vinculó palabras como: “burocracia”, “costos de fabricación baratos”, “corruptos”, “entorno fiscal favorable” y “prácticas transparentes”.

Fue en este contexto donde Colombia quedó catalogada como el país más corrupto, al obtener 56 puntos en su contra que, si bien no fue el puntaje negativo más alto de todo el ranking, al ponderarse con los otros asuntos, lo posicionó como el más corrupto de los 73 países objetivos de la encuesta.

ÍNDICE DE PERCEPCIÓN DE LA CORRUPCIÓN

Una semana después de la publicación de dicha encuesta, Transparencia Internacional (TI), organización no gubernamental con sede en Alemania, publicó el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) del 2019;  un índice que se publica anualmente desde 1995 y que es ampliamente acreditado por incluir el tema de la corrupción en la agenda pública internacional.

Para llegar al IPC, TI utiliza una escala de cero (percepción de muy corrupto) a cien (percepción de ausencia de corrupción), con la que mide los niveles de percepción de corrupción en el sector público de cada país. Se trata de un índice compuesto, que resulta de diversas encuestas a expertos y empresas.

En el pasado, tras las fuentes del IPC, estaban, a menudo, hombres de negocios provenientes de países industrializados y el punto de vista de los países menos desarrollados estaba infrarrepresentado. Sin embargo, esto ha cambiado con el tiempo, y cada vez más se han tenido en cuenta las voces de los analistas provenientes de economías emergentes, lo que le ha dado mayor parcialidad al estudio.

Aunque igual hay que tener presente que el IPC está basado en sondeos, por lo que los resultados son subjetivos y podrían tener menos fiabilidad en países de los que se extraen menos fuentes. Además, es importante hablar de las variaciones del concepto, porque lo que se define legalmente (o se percibe) como corrupción difiere según la jurisdicción. Por ejemplo, una donación pública puede ser legal en unas jurisdicciones, pero ilegal en otras; entregar una propina puede ser una acción considerada aceptable en un país y también parecer un soborno en otro país. 

Por otro lado, En el IPC, Colombia obtuvo 37 puntos de un total de 100, ubicándola en el puesto 96 de los 180 países rankeados.  Este resultado difiere del divulgado por U.S. News, pero tampoco indica que el país sea el más limpio de la región latinoamericana, ya que los países con procesos de consulta amplios y transparentes tienen una media de 61 puntos y, cuando existe una ausencia de todo esto, la puntuación es de 32.

Con sus 37 puntos, Colombia se acerca a la media de los países donde las regulaciones anticorrupción no existen o se cumplen de forma deficiente, y donde las elecciones y la financiación de los partidos políticos tienen una influencia indebida de intereses particulares. 

Adicionalmente, Transparencia Internacional, en su estudio de “Vínculos entre corrupción y salud democrática”, ubica a Colombia, con sus 37 puntos, entre los países con “democracias imperfectas” (49 puntos en promedio) y “regímenes híbridos” (de medias de 35 puntos).

“La falta de un progreso real contra la corrupción en la mayoría de los países es decepcionante y tiene profundos efectos negativos en la ciudadanía mundial. Para tener alguna posibilidad de reducir la corrupción y mejorar la vida de la gente, debemos acabar con la relación entre la política y los grandes flujos de dinero. Toda la ciudadanía debe estar representada en los procesos de toma de decisiones”  Patricia Moreira, Directora Ejecutiva de Transparencia International.

Colombia Vs otros países latinoamericanos 

COMPARACIÓN ENTRE PAÍSES LATINOAMERICANOS

El Círculo de Estudios Latinoamericanos (CESLA), dedicados al análisis de la economía del sector, publicó un indicador de corrupción donde se sintetiza a través del análisis factorial, la información sobre el fenómeno de corrupción que suministran instituciones como: Banco Mundial, Transparencia Internacional, Foro Económico Mundial, Fundación Heritage, Freedom House y Fundación Bertelsmann. 

El indicador evalúa a los países siguiendo estos criterios:

  • 0 a 20 >> Nivel bajo de corrupción y política anticorrupción recomendable. 
  • 21 a 40 >> Nivel moderado de corrupción y adecuada política anticorrupción.
  • 41 a 60 >> Nivel preocupante de corrupción y política anticorrupción deficiente. 
  • 61 a 80 >> Nivel alto de corrupción y debilidad extrema en política anticorrupción.
  • 81 a 100 >> Nivel alarmante de corrupción y pésimo control.

Con base en estos puntajes, el último resultado publicado por CESLA evaluó a Colombia con 70 puntos, lo que lo ubica por encima de la media latinoamericana y entre los países con altos niveles de corrupción de la región.

Estas cifras representan un índice tan alto que termina afectando la economía del país en muchos sentidos, porque, además del capital que se pierde de cuenta de los corruptos, según estos resultados, la nación no estaría en óptimas condiciones para recibir inversiones o ser la sede de compañías internacionales que podrían tener interés en el territorio.  Lo que se relaciona con las pérdidas de 50 billones de pesos anuales, de acuerdo con el informe de la Contraloría General de la Nación, publicado en 2018.

En conclusión…

Las cifras de corrupción son un factor a considerar dentro de la gestión de riesgos LAFT

Por eso, en Stradata creamos una solución de segmentación de factores de riesgo, basada en tecnologías de la 4° Revolución Industrial, donde incluimos los resultados de corrupción a nivel jurisdiccional, que representa el índice de Transparencia de Las Entidades Públicas (ITEP), generado por la iniciativa de Transparencia por Colombia, en su capítulo de Transparencia Internacional.

¿Te gustaría conocer qué otro tipo de soluciones tecnológicas existen para la gestión eficiente de riesgos LAFT? ¡Contáctanos!

Autor: P. Aguilera

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