Operaciones inusuales, ¿Cómo detectarlas para prevenir delitos fuente de LAFT?

En temas de prevención de lavado de dinero y financiación del terrorismo, detectar operaciones inusuales es primordial para identificar factores de riesgo que sean una amenaza para las compañías. 

Pero, ¿Cómo se pueden detectar y monitorear operaciones inusuales

La respuesta es sencilla: ¡A partir del análisis de contrapartes!

Lo que no es sencillo es el proceso mediante el cual es posible realizar dicho análisis. 

Para ello, es necesario realizar una segmentación de factores de riesgo. Si no sabes de qué se trata o cómo debe hacerse, ¡Aquí te lo contamos! 

¿Qué es la segmentación?

La Superintendencia Financiera de Colombia define la segmentación como:

“El proceso por medio del cual se lleva a cabo la separación de elementos en grupos homogéneos al interior de ellos y heterogéneos entre ellos. La separación se fundamenta en el reconocimiento de diferencias significativas en sus características (variables de segmentación)”. Numeral 1.12 del numeral 4.1.2. de la parte I del título IV del capítulo IV de la Circular Básica Jurídica.

Con el fin de evitar que diferentes entidades sean utilizadas para financiar prácticas terroristas o aparentar la legalidad de activos provenientes de actividades ilícitas, el proceso de segmentación de factores de riesgo permite agrupar a cada cliente de acuerdo con sus características y variables socioeconómicas en un segmento determinado a fin de poder analizar y comparar periódicamente cómo variaron sus operaciones de un mes a otro, y si se presentó un cambio de segmento o no.

En otras palabras, podemos decir que el proceso de segmentación tiene como finalidad detectar y monitorear operaciones inusuales.

 ¿Por qué la segmentación permite identificar operaciones inusuales?

Si partimos de la base que segmentar es agrupar, existen unas variables con las que es posible identificar las características individuales y comunes usuales en las transacciones de las contrapartes, y que son susceptibles de pertenecer a un mismo grupo homogéneo de elementos.

Entonces, para realizar este proceso de análisis, conocer el perfil de cada segmento y cumplir con el objetivo de la segmentación que como mencionamos anteriormente, es lograr identificar operaciones inusuales, el Sarlaft del sector financiero, exige que en este proceso se tengan en cuenta como variables del factor de riesgo las siguientes 4 características:

  1. Clientes: actividad económica, volumen o frecuencia de sus transacciones y monto de ingresos, egresos y patrimonio.
  2. Productos: naturaleza, características y nicho de mercado o destinatarios.
  3. Canales de distribución: naturaleza y características.
  4. Jurisdicción: ubicación, características y naturaleza de las transacciones.

A partir de estas variables se pueden recolectar y sistematizar los datos de las contrapartes en diferentes segmentos que le permitirán a los oficiales de cumplimiento, aplicar controles específicos según las características y movimientos de los miembros de cada grupo; previniendo y detectando factores de riesgo que constituyan operaciones inusuales, de una forma más efectiva.

En conclusión…

La función principal de la segmentación es: prevenir. Es por esto que este proceso es el “pilar fundamental” para mitigar los riesgos en las áreas de cumplimiento AML; además de permitir la detección de operaciones inusuales o sospechosas, permite hacer una calificación del riesgo eficiente, confiable y correcta que le permite a las entidades monitorear y generar alertas de actividades delictivas.

Es importante destacar que si bien la segmentación es la base para la identificación del riesgo, esta no lo detecta, no lo mide y no lo controla. Por lo que el monitoreo debe ser actualizado y constante. 

¡Proteja su compañía! 

Si quiere conocer más sobre este tema y saber cómo puede usarlo en su área, ¡Contáctenos!

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