¿En qué piensa usted cuando le hablan de implementar en su compañía un Sistema de Prevención del Riesgo LAFT?

La mayoría de las personas del sector real, tienden a asociar un Sistema de Prevención del Riesgo LAFT con un “SARLAFT” tal como lo define Superfinanciera.

Si bien hay algunas compañías que por su naturaleza y el sector que las vigila deben implementar un Sistema de Administración del Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo – SARLAFT, no hay que dejarse confundir dado que cada entidad de vigilancia y control emite las circulares o resoluciones propias, donde se establecen los puntos y el sistema que la compañía debe implementar.

El SARLAFT del Sistema Financiero, tiene componentes que pueden aplicarse como buenas prácticas a muchas sectores, pero no hay que olvidar la norma que le compete implementar.  Así las cosas, es importante siempre ubicar a que sector pertenece  la compañía, quien es el ente de vigilancia y control, y que normas ha emitido la entidad en cuanto al sistema de prevención del riesgo LAFT.

Como herramienta de consulta, la UIAF en su página, lista los sectores y la normatividad aplicable a cada sector, recomendamos visitar con frecuencia esta fuente para enterarse de los cambios y sistemas correspondientes a cada compañía.

En la actualidad hay alrededor de 13 sectores reportantes y vigilados, algunos que tienen que implementar un “SARLAFT”, otros un “SIPLAFT”, otros  un “SIPLA” y los más recientes un “SAGRLAFT” – Sistema de Autocontrol y Gestión del Riesgo LAFT, siendo este último el más parecido a un “SAR”, dado que tiene un enfoque basado en los riesgos de la compañía en cuanto a LAFT.

Cada uno de los sistemas en sus generalidades comprende el diseño de políticas y procedimientos antilavado  para prevenir  ese  riesgo, establecimiento de controles tales como capacitación y medidas de debida diligencia para conocimiento de los relacionados en el negocio, sin embargo aunque no todas hablan de una orientación al riesgo, nuestra recomendación es no solo identificarlo, sino documentarlo, medirlo, controlarlo y hacerle seguimiento independientemente de la norma que le aplique, pues cada vez  con mayor fuerza más los entes gubernamentales que  se encargan de generar cultura y emitir recomendaciones en cuanto a prevención del riesgo LAFT, sensibilizan y orientan sus políticas.

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